Muna
Hamdan Rodríguez
Enfermera,
Magister en Ciencias Básicas Biomédicas,
Docente
e investigadora del Programa de Enfermería,
Universidad
del Norte, Barranquilla , Colombia.
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Abril: mes del Autismo |
Conocí al
Paidopsiquiatra, el Dr. Haroldo Martínez,
en el año 2011, cuando tuve la fortuna de trabajar con él en un estudio clínico
con niños autistas y esquizofrénicos. Siempre tuve la curiosidad acerca del
autismo y los diferentes tipos de esta enfermedad y el manejo que se les da a
los pacientes, por esto aprovechaba cualquier oportunidad para hacerle
preguntas sobre el tema y un día me dijo una frase que me llamo mucho la
atención ”en mi opinión el autismo es una evolución del cerebro humano“.
Debido a esto, solicité una
entrevista al Dr. Martínez, y con una sola pregunta, me brindó una visión muy clara y concisa a cerca del Autismo.
MH (Muna Hamdan): Dr. Martínez, en
vista de tanta confusión con respecto al diagnóstico del Autismo, podría elaborar
unos criterios comprensibles para cualquier lector?
HMP (Haroldo Martínez Pedraza): En las
clasificaciones internacionales de la enfermedades (CIE, DSM) existen 3 gru-pos
de criterios bien claros que sólo se pueden enunciar pero que es necesario
consultar: 1) un trastorno cualitativo en la interacción social recíproca, el
cual abarca todas las dificulta-des que tiene la persona para establecer
contacto visual, verbal o de otra manera con los otros; 2) un trastorno
cualitativo en el lenguaje verbal y no verbal y sin la elaboración de un
lenguaje alternativo para la comunicación; 3) un rango muy limitado de
actividades e inte-reses y de la vida creativa. Por mi parte, agrego un cuarto
criterio que no se tiene en cuenta y es lo que sirve para entender las
diferentes variantes: 4) un desarrollo dispar de las inteli-gencias. Es
necesario agregar que los síntomas pueden desaparecer aún sin tratamiento y
esto no quiere decir que no se tenga el Autismo; de igual manera, pueden
aparecer otros. Por otra parte, puede que un síntoma no sea tan dramático pero
lo que se tiene en cuenta es su intensidad o estereotipia.
Con base en lo
anterior, existen los siguientes síndromes autistas o parecidos.
AUTISMO CLASICO: Es
aquel que llena los criterios anotados pero que, además, tiene varios niveles
de funcionamiento, desde el más bajo en el cual la persona no tiene
posibili-dades de una vida independiente o autosuficiente y, de ahí en
adelante, en la medida en que tengan
ciertas habilidades y respetando la edad, son cada vez más funcionales desde un
me-diano nivel hasta aquel en que pueden vincularse a la educación formal.
AUTISMO SAVANT: Es un
autista con todos los criterios para hacer el diagnóstico pero que tiene una
habilidad específica con la que es superior al promedio de sus pares.
SINDROME DE ASPERGER:
El criterio fundamental para hacer el diagnóstico está en el desarrollo del
lenguaje, pues, se exige que el chico haya tenido un lenguaje mínimo a los 2
años de edad y que a los 3 sea capaz de hacerse entender con un lenguaje amplio
y sufi-ciente con frases coherentes y congruentes. Si un chico es muy funcional
pero adquirió un buen lenguaje alrededor de los 4 años o más, no es un
aspergeriano, es un autista de muy alto nivel.
HIPERLEXIA: Es una
habilidad extraordinaria para reconocer los números y las letras a una edad en
la que biológicamente el chico no está capacitado para tal función; por tanto,
es una lectura mecánica, no funcional. Anteriormente se pensó que se trataba de
una forma de inteligencia superior, pero ante el descubrimiento de síntomas
autistas en su comportamien-to, se desechó esa idea.
TRASTORNO
SEMANTICO-PRAGMATICO: Se caracteriza porque tiene síntomas en los criterios 1 y
3, pero lo importante es que después de un retardo en el desarrollo del
lengua-je, este reaparece de una manera tan sofisticada que todos a su
alrededor se percatan que no es un lenguaje que se maneje en ninguno de los
escenarios en que el chico se desenvuelve. No se trata de imitar la forma de
hablar de los personajes de la televisión, es una forma pro-pia con una
selección muy refinada tanto de la forma como del contenido.
Hay otros síndromes
parecidos pero estos son los que con mayor frecuencia diagnostico en nuestro
medio.
Es necesario aclarar
que ni el EEG, ni la RMN ni el TAC, hacen el diagnóstico, estos exá-menes se
utilizan para descartar otras patologías que puedan simular síntomas autistas.
Hoy en día estamos en
capacidad, gracias a unas tablas específicas, de plantear desde las primeras
semanas de nacido que un chico pueda desarrollar un Autismo.
Todo esto en conjunto
es lo que hace que el diagnóstico del Autismo sea tan difícil y tan complejo.
Por eso la invitación a revisar los criterios de las categorías diagnósticas
interna-cionales porque facilitan su comprensión.
MH: Muchas gracias, Dr.
Martínez. Creo que con este panorama amplio nos queda más claro a qué nos
enfrentamos en la identificación del Autismo.